lunes, 4 de marzo de 2013

Minas de Oro Romanas en el Bierzo


Las Médulas están consideradas como las mayores explotaciones auríferas a cielo abierto que los romanos poseyeron en Hispania y;  casi seguro en todo el Imperio; pero no nos podemos olvidar de otros yacimientos en el Bierzo, como La Leitosa en  Villafranca del Bierzo y Los Cáscaros en Trabadelo.
La explotación de oro está directamente relacionada con la creación por parte de Augusto,  de un sistema monetario basado en el aureus. La riqueza de metales preciosos, fundamentalmente de oro, localizado en el noroeste de la península Ibérica explica el interés del Imperio Romano por someter a  las poblaciones de cántabros y astures. Así, la presencia de soldados en las áreas mineras del noroeste es una constante que tiene que ver con la vigilancia de las poblaciones locales, pero también con el desarrollo de las actividades mineras en una de las explotaciones de mayores dimensiones de todo el imperio.
Antes  de la conquista romana, las Médulas estaban habitadas por indígenas cuyos núcleos de población eran castros autárticos. El nuevo sistema de los romanos hará que los castros empiecen a desaparecer y serán sustituidos por nuevos asentamientos  que incorporan estructuras plenamente romanas.
Las minas supusieron un cambio fundamental en la estructura social de los habitantes de la zona; pero ¿Por qué razón se abandonaron este conjunto de minas, cuando todavía  estaban en pleno laboreo? Estas minas fueron abandonadas en el siglo III.
Las Médulas (Carucedo)
La verdad, es que gracias a esta decisión de ser abandonadas; llegan hoy a nosotros con estas formas caprichosas, con un intenso color rojizo provocado por   la oxidación de las piritas que impregnan este terreno y el visitante  se presenta como un paisaje impactante, con importantes picachos y barrancos provocados por la mano del hombre.

Se trata de un amplio paisaje cultural declarado como Zona Arqueológica, en el que se observan las redes de infraestructuras mineras y en el que se asientan más de 50 yacimientos arqueológicos de época prerromana y romana.

El visitante que se asoma por primera vez al paraje de las Médulas desde el mirador de Orellán, en la localidad de Carucedo, asistirá fascinado a un paisaje totalmente modificado por los romanos: se observan perfiles de tierra rojiza que emergen entre frondosos castaños y encinas, adoptando formas muy curiosas. Este paisaje no es fruto de la casualidad, como apunté anteriormente, sino de la mano humana, fueron las minas de oro que explotaron los romanos en estas tierras durante los siglo I-II d.C.; sin duda fue la obra de ingeniería más colosal  en tiempo de Augusto.

Se trata de un sistema de conducción hidráulica a través de los montes Aquilianos que costó el esfuerzo de muchísimos esclavos. La extracción de mineral redujo las montañas  enteras a barro y al oro que fue llevado a la capital del Imperio.

El método utilizado de explotación en las Médulas fue el conocido como ruina montium y la herramienta principal era el agua. De esta manera, los romanos construyeron una red de 325 km de canales, excavados la mayor parte en roca. El agua la captaban en el nacimiento de los ríos  o arroyos de los montes Aquilianos, ésta agua era estancada en depósitos (piscinae) situados en la parte alta de la montaña, a través de procesos de excavación. En el momento adecuado, el agua era liberada y, a su paso por las diferentes galerías se conseguía la erosión y el derrumbamiento de las masas aluviales. Todo el material arrastrado por la fuerza del agua iba a parar a los canales de lavado (agogae), donde finalmente se tamizaba para obtener el oro.

Las Medulillas (municipio puente Domingo Flórez)
El resultado final fue la creación de un auténtico laberinto en las entrañas de la montaña y la visión hoy de un paisaje espectacular. Actualmente declarado por la UNESCO  Patrimonio de la Humanidad desde 1997.

No solamente en el Bierzo, se puede contemplar este paisaje en Carucedo, sino también muy cerquita las conocidas como “las  medulillas”  en la Cabrera, ofrece puntos de interés en Yeres y Llamas de la Cabrera, donde hoy,  uno de los canales se han convertido en camino.  No muy lejos de ahí se puede visitar el Lago Somido, uno de los canales de lavado de oro.


la Leitosa (municipio Villafranca del Bierzo)
Otro de los puntos de interés en el Bierzo, en torno a la explotación de oro romana es La Leitosa, en el municipio de Villafranca del Bierzo, mucho menos conocida que las Medulas, pero con un paisaje espectacular y que merece la pena visitar.

Parece ser que en la cuenca alta del Burbia, los romanos explotaron el oro de los yacimientos secundarios, en los que el oro aparece disperso entre los sedimentos procedentes de la erosión. Antes de iniciarse la explotación, la cuenca del Burbia fue sometida a diferentes propecciones, que probaron los puntos más rentables. Las huellas de estos trabajos pueden verse todavía en todo el valle, lo mismo que los taludes al sur de la Leitosa y que permitieron la delimitación de la mina.
La Leitosa y la mina de los Cáscaros en  Trabadelo, son las mayores explotadas por los romanos sobre aluviones, después de Las Médulas.
Una importante red hidráulica garantizaba la gran cantidad de agua precisa. El agua era encauzada desde las cabeceras del Burbia hasta la mina a través de una impresionante red de canales de explotación.

Sin duda unas infraestructuras megalíticas del Imperio romano, que no podemos dejar de visitar.

 

 

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